viernes, 29 de junio de 2007

Dos días más

Viernes 29 de junio,
Ayer empecé mi Jueves caminando por el Perú de las casas de gente bien junto a la costa del Pacífico, pistas de tenis, esposas haciendo footing, perros dejados por los dueños en la hora con el adiestrador y rodaje de spots publicitarios en el lujoso centro comercial Larcomar. 24 horas después he visto calles dónde el asfalto es sólo barro, tenderetes maltrechos a punto de abrir, mugre de paredes cubierta por pintadas a favor de un futuro alcalde o que piden la vuelta de Alan García al poder, y gente, mucha gente que miran a los que vamos en microbuses turisticos con ojos de pedir justicia.

Sí, ayer fuí por los bonitos parques del barrio de Miraflores junto a la costa y ví todo eso que decía. Lo mejor empezó al cruzar una avenida para entrar en la municipalidad de Barranco. El primer semaforo y te encuentras dos muchachos vestidos de BobMarley haciendo girar las cariocas. Cambia el semaforo y el turno es para el que lleva la marioneta del payasin, después el break dancer da vueltas sin parar a una mano sobre el suelo. Todo esto sin dar tregua, ah y la legión de chicas de amarillo que venden productos de limpieza también entrar en los turnos. Pronto se empiezan a ver las primeras casas de colores, y sobre todo las casas coloniales, muchas de ellas abandonadas hace tiempo, otras graciosamente recuperadas a fuerza de brocha con color. decía mi guia que era el barrio más bohemio de Lima. Bonitos miradores con terrazas de madera. bajo por la rambla hacia el Pacífico. Un policía me dice que me cuide si voy a Chorrillos, ya sera menos macho, pero la precaución ya la llevas y caminas más rapido de lo normal. Que empeño tiene la gente y las guías en pintar a este país de peligroso en cuanto a robos. Lo és cómo cualquier otro pienso yo por ahora. Por fin probé el cebiche de corvina y el saltado de lomo, joder 2 euros y medio! He decidido salir hoy mismo hacia Pisco y mañana veo las focas y eso otro que hay que ver allí. A veces vamos a los sitios por las campanas que nos han dicho que suenan y al llegar allí puede ocurrir de todo.
Así que volví al Inka Wasi, me hice la mochilita y a encontrar un taxi, regateando claro. Por dos euros más me compró el pasaje 'ejecutivo' y soluciono el problema que tenemos los largos en los autobuses. Las mujeres que iban delante también compraron su distintivo de 'ciudadano de primera' por medio euro más. Eran de esa clase de personas que uno cree que ya no existen. Claro, Lima es muy grande y hay familias con niños que quieren subir al bus en los suburbios, pero las dos señoronas no lo iban a permitir y por medio de proclamas a la calidad del servicio, insultos al mozo del bus sordo y 'provinciano' y otras perrerias dieron su particular coñazo. antes de subir Deli muy simpatica me contaba de su trabajo enviando encomiendas. En mitad de la nada y ya encarrilados en la panamericana se pincha una rueda. Total que a las 23:00 me dejan en el cruce de Pisco, taxista que te asalta y te lleva al hostal San Isidro.
Y es al llegar a un sitio como Pisco de noche, con gente buena que vive en su pequeño mundo feliz, cuando a los 'primermundistas' nos entra la paranoia y el desasoiego al renunciar a lo limpio, lo bonito, lo moderno. Claro, casas sucias, abandonadas, calles sin asfaltar, gente sentada a la fresca pero el lobo ni mucho menos llega a moder. Una fachada más pintadita esconde una piscina, plantas tropicales y un patio tipo Melrose place, es el hostal. como buena fortaleza que guarda del peligro, el recepcionista no me quiere abrir la llave para que fume en la calle; me sienta bien el aire de esa calle. Mariet y Anne, holandesas, me dirán al dia siguiente que es un sitio feo y desagradable. A la mayoría de los mochileros (no a todos) les jode llegar a un sitio real, con gente real, pobreza real, suciedad real; pero para que viajas si sólo quieres estar en burbujas turísticas? para eso cambia de roll, no me vayas de viajero y vete a un resort todo incluido. En la habitación compartida ya duermen dos chicas danesas que intento no molestar.
A las 6:30 me despierta el recepcionista porque me ha conseguido plaza en el 'trip'. Pues habrá que ir por mucho sueño que haya. En Paracas se van acumulando los turistitas (ahora ya nos somos mochileros) y porfin se da la salida pa ocupar las lanchas. un candelabro tallado en la piedra y luego el plato fuerte de las islas Ballestas. Lobos marinos, leones tambien marinos, pingüinos de varias marcas, picones, cormoranes. Muy emocionante ver tan de cerca 100 leones ocupando la playa en su habitat natural, alucinante ver una isla entera teñida de negro por los cormoranes. La guía Marielena se empeña en hacer gracias porque el huano es mierda de pajaro, y es un buen combustible creo (no le hacia mucho caso), y vienen cada x años a recolectarlo. De nuevo en Paracas los niños sucios perrean a los pelicanos que invaden el paseo. Les echan pescado me piden dinero porque lo compraron ellos. Un mate de coca me deja super relajado. La marea de turistas se dispersa y quedamos unos cuantos en un bus camino de la reserva de Paracas, una península bastate tocha. Marielena continua haciendome sonreir con su remarque de palabras, repetición por triplicado de todo en español e inglés de la zona. Los flamencos a tomar por saco no se ven muy bien, la llanura hasta el agua es amplia y la vista reconforta. Nada interesante salvo el paseo con el microbus por pistas de desierto. Pero luego ya en la playa donde comemos el día abre y queda un paisaje super bonito ahora. Del azul del mar se pasa a la arena, pero esta vez la arena continua y continua llenando el resto del paisaje.
En varias ocasiones he conocido belgas y siempre ha coincidido que son gente abierta, divertidos y buena gente. De allí son Elke ella y Thomas él. Comemos los tres arroz con marisco y nos echamos unas risas repasando al personal que va en el bus. A mí lado una mujer de aquí de Pisco acompaña a su hermana recién casada por la zona. Es realmente fuerte que te pregunten si en españa se habla español; pues así lo soltó. luego me pegó un vacile jocoso porque no entendía que con 31 años esté soltero, 'no te gustan las mujeres entonces?'. De vuelta hacia Pisco cruzamos San Andrés que está en fiestas. La gente debe estar pedo o que son así de animados por naturaleza. Se apiñan en la orilla del mar y se suben en barcas. Desde luego se les ve felices y sonrientes (por mucho que digan algunos) con sus dos dias de fiesta, su cumbia y su jarana. Me despido de Elke y Thomas y nos damos emails. En la plaza de armas de Pisco pasean un ataud de alguien que ha estirado la pata y ese hecho no rompe el ambiente de relax y disfrute después del trabajo que hay en esta animada plaza.
Al llegar de nuevo al hostal y abrir la puerta de la habitación veo una chica alta bastante bien agraciada en ropa interior. Media vuelta ar! las norteuropeñas se parecen mucho entre sí, pero si la imaginación no me puede esta no es ninguna de las dos que ésta mañana he dejado durmiendo. Efectivamente, me las han cambiado. Ella es Mariet, holandesa super simpática con la que milagrosamente puede comunicarme en español gracias a tan sólo un curso que recibieron en Buenos Aires. Recibieron porque pronto llega Anne de la ducha cómo Dios la sacó de allí mismo, es decir con una toalla. Nada nada que hay confianza. Pues va a ser que yo también me voy a ir a duchar. me dicen que si voy con ellas a cenar y con Keith, un mocetón irlandés también majete que resulta que es escritor y se esta tirando 10 meses viajando por centro y suramerica. que cosas, nos acabamos de conocer y los 4 tenemos tan buen rollo que el camarero se descojona con nosotros. pero la vida del mochi-viajero es dura y los momentos de distensión son breves, hay que madrugar, dos cervezas y a dormir. Mañana voy a Huacachino que es dónde estoy ya hoy escribiendo lo de ayer y que anuncio que es otro planeta.